Europa, poco a poco, va encaminada a convertirse en un continente de falta total de libertades y de control absoluto sobre sus ciudadanos. Ya he escrito y reflexionado mucho sobre este tema. No sólo hablo a lo relacionado con la inversión inmobiliaria, que es el tema que nos ocupa, sino en todo en general. La pérdida de derechos básicos como la privacidad (control de conversaciones privadas en redes sociales y sistemas de mensajería con «ChatControl», obligación de declarar el parentesco de tu acompañante en hoteles, cámaras de detección facial por doquier…), el control monetario y de tu economía con el futuro euro digital, que no aportará absolutamente nada a los ciudadanos pero que permitirá a los que gobiernan saber cuando, donde y en qué te gastas hasta el último euro, la censura y la pérdida de la libertad de expresión pues ya no se puede decir nada que «moleste» a algunos pues te pueden denunciar por «delito de odio», y cómo iba a ser menos, el control de las viviendas.
Porque sí amigos, en España al menos, las viviendas no nos pertenecen, a no ser que paguemos una «coima» claro, como siempre. En este caso son los impuestos de basuras obligatorios, el Impuesto de Bienes Inmuebles, los impuestos en la compra, los impuestos sobre los beneficios si alquilas tu vivienda, y así podríamos continuar… Si no pagas, te penalizan, con lo que la vivienda en sí, no es tuya de pleno derecho.
Pero como siempre pasa, a los que mandan les parece poco todo esto, no es suficiente control, suficiente chantaje.
Así que se pusieron a pensar e inventaron los famosos certificados de eficiencia energética. Que lindas palabras usan siempre, y qué buenas intenciones tienen…
Aquello que nació como algo meramente informativo, sólo para saber qué consumo de energía tenía tu propiedad en base a sistemas de aislamiento en ventanas y puertas, calderas, calidad de los electrodomésticos y otras variantes, terminó imponiéndose como algo obligatorio de tener y presentar a la hora de alquilar o vender una vivienda desde el año 2013. Bueno, al final sólo era llamar a un técnico, pagarle unos 120 euritos de media para que realizara el estudio y te diera el dichoso papelito con una validez de 10 años, tampoco era para tanto.
Pero como reza la famosa fábula de la rana en la olla, poco a poco van calentando la olla, y la rana termina cocida sin apenas inmutarse, ya que el efecto ha sido «gradual». Ahora estos iluminados quiere «aumentar un poco la temperatura» con una nueva imposición, esta vez bastante más heavy. Veámosla.
A PARTIR DE 2030 NO PODRÁS ALQUILAR O VENDER VIVIENDAS CON UNA CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA POR DEBAJO DE «E»
Esto te viene a decir, básicamente, que si tienes viviendas con una calificación de F o G, que son cientos de miles en España, ya que tenemos un parque de viviendas bastante envejecido, no te permitirán alquilar o vender a no ser que realices modificaciones y reformas que en cualquier caso son bastante costosas, como bien dicen muchos arquitectos e ingenieros especializados. Pues según ellos, para pasar de una letra a otra, tan sólo subir un nivel, el coste de la reforma y mejoras puede suponer muchos miles de euros. Por cierto, es «casi imposible» conseguir una letra «A» o incluso «B» en España, incluso en viviendas de obra nueva.
A PARTIR DE 2033 LA PROHIBICIÓN SERÁ A PARTIR DE LA LETRA «D»
Pero la cosa no se queda aquí señores, la previsión es que para el año 2033 la restricción suba un punto, hasta la letra «D».
Esto quiere decir, básicamente, que casi la mitad del parque de viviendas de España estará en grave peligro de quedarse «obsoletas», es decir, tan sólo servirán para que el propio propietario las habite, y nada más. Eso, o preparar un presupuesto de unas cuantas decenas de miles de euros para comprar los mejores electrodomésticos del mercado (o los más «eficientes»), reformas en puertas y ventanas con doble o incluso triple acristalamiento, aislamientos de fachada, y un largo etcétera que asustaría hasta el más pintao, y todo eso para aumentar «un par de puntos» la calificación, con suerte.
Personalmente, y tras mucho meditarlo, dudo mucho que puedan llevar a cabo semejante tropelía, teniendo en cuenta que tenemos un parque de viviendas bastante envejecido como he dicho anteriormente, y que no son minoría las viviendas con calificación D, E, F y G, sino precisamente mayoría, pero viniendo de estos dirigentes, ya nada me sorprende, la verdad. Es cuestión de ir viendo qué sucede en los próximos años y cómo se desarrollan los acontecimientos, de momento no podemos dejar que nos amedrenten ni que cunda el pánico.
Muy buenas Antonio. Me parece una auténtica locura la deriva que lleva Europa, y en especial España, con el tema de la vivienda! Así no va a haber nadie que quiera invertir y por ende faltarán más y más viviendas habitables!
Un saludo.
¡Totalmente de acuerdo contigo Pablo! Es más, parece que por alguna extraña razón que aún desconocemos es eso precisamente lo que están buscando que pase…
Un abrazo.