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🇲🇹 Malta «de cabo a rabo» en una semana

📍 Msida (Malta)

Malta es un pequeño país en forma de archipiélago ubicado en el centro del mar mediterráneo, entre Italia y Túnez. Se compone de tres islas; Malta, la principal y más grande de ellas, Gozo y Comino.

Con algo más de medio millón de habitantes está considerado uno de los países más densamente poblados del mundo en relación a su extensión territorial.

Elegimos la pequeña localidad de Msida como nuestra «base de operaciones» para una estancia de una semana.

En el centro de Msida

Al final no fue tiempo suficiente para visitar todos y cada uno de los rincones de las tres islas, pero sí lo fue para recorrer las partes más importantes y empaparnos un poco de la cultura, la gastronomía y la cultura del país.

La capital es una pequeña localidad llamada La Valeta, que apenas cuenta con 6.000 habitantes, por lo que visitarla al completo apenas constituye un día de tiempo. Eso sí, nos gustó muchísimo recorrer sus calles y avenidas llenas de gente y comercios. Incluso sacamos algo de tiempo para ver una película en el cine, que con apenas 12 asientos fue la sala de cine más pequeña que jamás hayamos visto.

Una bonita y típica calle de La Valeta

Malta es un país que económicamente ha crecido a un ritmo muy acelerado en los últimos lustros. Donde hace apenas diez años sus salarios medios eran apenas la mitad que en España, hoy en día son claramente equiparables e incluso superiores en algunos sectores como la comunicación, atención al cliente o «call center».

Muchas empresas dedicadas al juego online, apuestas y similares han montado sus sedes en este país y emplean a personas de diferentes países para que trabajen allí.

Puesta de sol en Sliema

Curiosa fue también la parte donde entramos en una cafetería japonesa muy bonita cerca de la zona del puerto de Sliema y nos atiende una chica colombiana. Una colombiana trabajando en una cafetería japonesa en Malta, curioso.

Gracias a esta chica nos enteramos que hay muchísimos hispanoamericanos residiendo en Malta, sobre todo colombianos, debido principalmente a la facilidad de tramitar sus permisos de residencia por causas laborales o de estudios. Algo de lo que España debería tomar ejemplo, por cierto.

También pudimos comprobar que los precios de la vivienda están por las nubes, tanto de compra como de alquiler. Cuando digo por las nubes me refiero a más caros que en cualquier ciudad grande de España como puede ser Valencia, Zaragoza o incluso Sevilla. Un piso de 70 metros cuadrados, dos habitaciones, un baño, salón y cocina en Sliema se puede alquilar en 2.000€. Pero si lo que quieres es comprarlo, ve preparando cerca de un millón de euros para esta operación.

Edificio destartalado y abandonado cerca de Sliema

Desde mi experiencia como inversor inmobiliario puedo suponer que esta situación, en una isla pequeña y apartada como es Malta, se debe a varios y diversos factores como pueden ser la entrada masiva de capital humano extranjero, que evidentemente necesita un lugar donde vivir, con el limitado espacio para construir nuevas viviendas y el altísimo coste que la construcción de la misma debe suponer, al tener que importar la mayoría de los materiales de construcción de los que carecen allí.

Es un problema que se está dando en los principales países avanzados de todo el mundo, sobre todo en las ciudades más grandes y más abarrotadas, pero que en este caso en concreto, al ser una isla apartada, se intensifica aún más.

También dio la casualidad de que llegamos a Malta unos pocos días antes del 13 de diciembre, con lo que los encontramos en plenas preparaciones para la celebración del 50 aniversario de su constitución como república, que comenzó el 13 de diciembre de 1974.

Decoraciones navideñas y atracciones en la Fuente del Tritón, en La Valeta

Sin lugar a dudas no podíamos perdernos la visita a uno de los lugares más emblemáticos y bonitos de Malta, la Mdina. Se trata de una pequeña ciudad milenaria, completamente amurallada y llena de pequeños y medianos palacetes en su interior, además de una Catedral, como no podía faltar en Malta. Hoy en día estos palacios son utilizados como residencias privadas de personas, con lo que están completamente habitados.

Se encuentra en la localidad de Rabat, a tan sólo unos pocos kilómetros de La Valeta o Msida. Debido a su particular belleza y buen estado de conservación ha sido escenario de películas y series importantes como «Juego de Tronos».

«Plaza de la Mezquita», en este lugar, frente al burdel de «Meñique» pelearon Ned Stark y Jaime Lannister

Tras consumir toda la mañana recorriendo la Mdina de cabo a rabo, fuimos directamente al pueblo de Rabat, que está pegado a la misma. Entre sus bonitas y acogedoras calles dimos con un largo y alborotado mercado navideño, con muchos puestos de venta de todo tipo de artículos de consumo.

La «Rotonda de Mosta» es una iglesia muy bonita y particular. Se encuentra en la localidad de Mosta y fue construida entre 1833 y 1860.

Rotonda de Mosta

Cuenta con una enorme cúpula que hasta hace poco era considerada una de las más grandes del mundo. Su interior se puede visitar pagando 5€ la entrada y ver la misma desde lo alto de sus balcones, lo cual impresiona bastante.

Interior de la Rotonda de Mosta

Se salvó «de milagro» de la destrucción total ya que el 9 de abril de 1942 una bomba alemana cayó en el centro de la iglesia durante una misa, pero no llegó a explotar.

Como no podía ser de otra manera, Malta también tiene su zona de fiesta y desenfreno. En este caso esta se encuentra principalmente en la localidad de San Julián.

Es en este lugar donde pudimos ver los edificios más modernos y contemporáneos de todo el país. Está cerca de los principales casinos de Malta, tiendas de lujo como Rolex, Gucci y otras marcas y cuenta con un pequeño puerto deportivo repleto de yates y barcos caros.

Yo mismo recorriendo la famosa calle de «Paceville»

La principal calle es conocida como «Paceville», repleta de pubs, clubs, cervecerías, karaokes y un centro comercial, el lugar se está convirtiendo, por lo que pudimos ver, en el centro neurálgico del ocio nocturno de todo el país.

En aquel momento pudimos ver cómo la construcción de nuevos hoteles de playa crecía como  setas en la parte opuesta a donde todo está ya construido. Más de diez grúas se apilan en un espacio de unos pocos de kilómetros cuadrados en el afán de construir miles y miles de habitaciones para futuros turistas. Espero que tal y como está el panorama en Europa, no les salga el tiro por la culata.

Construcciones masivas vistas desde la playa

En el penúltimo día de nuestra estancia en Malta nos dirigimos a la punta norte de la isla para transportarnos hasta la pequeña isla de Comino donde pudimos disfrutar de un precioso día recorriendo su entorno virgen y natural. Al finalizar la caminata nos comimos una de las mejores hamburguesas que hayamos comido nunca en un puesto ambulante.

En aquella isla precisamente es donde se encuentra también el impresionante y precioso «Blue Lagoon». Se trata de un trozo de playa enclavado en el centro de la bahía que cuenta con unas aguas azul cristalinas dignas de cualquier playa del mar caribe.

Blue Lagoon en Malta

Era impresionante ver cómo, en pleno mes de diciembre y con una rasca bastante importante, algunos «valientes» terminaban bañándose en estas aguas cristalinas y transparentes. Suponemos que se trataría de personas procedentes de países nórdicos o por estas latitudes, porque a nosotros nos daba frío el solo hecho de verlos.

Tampoco quisimos perdernos la oportunidad de pasar a ver el Pueblo Village, o Pueblo Popeye, en castellano.

Se encuentra al noroeste de la isla de Malta y se trata de un set de rodaje construido en 1979 en forma de pequeño pueblo para la producción de la película Popeye, interpretada por Robin Williams. Hoy en día se sigue explotando como museo al aire libre y centro de entretenimiento.

Popeye Village

Nosotros decidimos verlo desde el mirador de arriba, sin llegar a acceder, debido al alto coste de la entrada y a que pensamos que si no vas con niños que puedan disfrutarlo o eres un verdadero fanático de Popeye no merece la pena acceder ya que en apenas 45 minutos has recorrido todo el recinto completo.

El lugar se encuentra en un sitio absolutamente privilegiado, enclavado en el borde mismo de una bahía de aguas cristalinas -parecidas a las del Blue Lagoon-, y desde la que tuvimos una vista absolutamente maravillosa mientras el sol se ponía. ¡Una suerte que llegamos justo a esas horas y en ese momento!

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