Nos han subido en Almería, nada más y nada menos, que un 30% el impuesto de las basuras.
«¡Pero Antonio, si esto ya lleva aplicado desde comienzos de 2024!» Lo sé, ya llevo pagados unos cuantos recibos desde entonces, pero creo que conviene recordar, y rememorar, todo este tipo de sucesos, pues la sociedad tiene memoria frágil. Cuando normalizamos que nos metan la mano en el bolsillo un mes sí, y otro también, es fácil olvidarse de lo que ha pasado tan sólo un año atrás.
Pero escribo esto principalmente para todos aquellos jóvenes que estén ahora iniciándose en el mundo de la inversión inmobiliaria, o que tan sólo deseen comprarse su primera vivienda para vivir, y se encuentren con estos saqueos a base de impuestos. Quiero que sepan que esto no es normal, y que no siempre fue así. Porque no podemos normalizar el pagar más de 200€ al año por vivienda tan sólo en concepto de impuesto para que recojan nuestras basuras.
Me parece un verdadero abuso, a pesar de que lo tenga que pagar religiosamente, porque «de momento» no podamos hacer mucho más, aparte de quejarnos y denunciar este tipo de tropelías.
Y hablo de lo que ha sucedido aquí, en la provincia de Almería, la zona que yo conozco y donde tengo todas mis propiedades, porque esto varía en cada una de las provincias. Porque España es así, como diría aquel oscuro expresidente del gobierno, «plural y diversa». Tan diversa que a poco más de 200 kilómetros de mi provincia, en Alicante, apenas se pagan 30€ de impuesto de basuras al año. Sí, más de 170€ menos que en mi querida Almería. ¿Porqué pasa esto? No sé, debe de ser que los sueldos de los conductores de camiones de basura son el triple que en Alicante, o que el combustible cuesta también el triple, no lo sé… son cosas de nuestra querida España plural, de la que muchos ya estamos tan hartos.
Y en efecto esto no es nada nuevo. Esta ley (7/2022) se publicó en el BOE el 9 de abril de 2022 y se conoció popularmente como el «tasazo de las basuras» de Pedro Sánchez.
Con esta ley añadieron dos nuevos impuestos ambientales:
👉 Impuesto sobre depósito de residuos en vertedero, incineración y coincineración
👉 Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables
La idea es, como siempre, clara y muy macabra; quieren conseguir que «contaminemos» menos y «reciclemos más» a base de sacarnos el dinero del bolsillo. Si lo pensamos tiene lógica y mucha, como cada vez tendremos menos dinero para comprar cosas (entre ellas comida para consumir) pues al mismo tiempo generaremos mucha menos basura y contaminaremos menos. ¡Si es que son unos genios!
Pero hablemos de números. Antes del «tasazo», en Almería pagábamos 39,48€ trimestrales por vivienda en concepto de impuesto por las basuras. Es decir un total de 157,92€ al año. Ahora estamos pagando 51,39€ al trimestre, lo que suponen 205,56€ anuales. Esto es una subida de 47,64€ más cada año. Una auténtica barbaridad, y una de las provincias donde más se paga de toda España.
¿Y quiénes han sido los autores de este subidón brutal de más del 30%? Pues exactamente los mismos que van de adalides y protectores de los alquileres a precios razonables, de los más necesitados y de los que menos tienen. Siendo como son, totalmente conscientes, de que si siguen subiendo los impuestos a los propietarios de viviendas, fondos, y grandes empresas, estos, como es lógico y normal y así se ha hecho toda la vida, lo repercutirán en los inquilinos y clientes finales, con lo que terminaremos pagando mucho más por todo, incluidos los alquileres, claro. Y exactamente así es como ha venido sucediendo desde los últimos años para acá.
HABLEMOS DE EUROPA
Y ahora hablemos de Europa, porque muchos dirán, y no les falta razón, que esto «es una imposición de la Unión Europea, que España no puede hacer nada más que acatar«.
Bien, es posible que así sea, y por ello mismo voy a hablar también de Europa.
La Europa de hoy no es, ni por asomo, la Europa en la que muchos creen vivir. La Europa de las libertades, de los derechos sociales y el progreso. Para nada. En mi opinión Europa ya no es que haya perdido el rumbo, sino que ha perdido la cabeza por completo. Vivimos en una Europa controlada por burócratas sin oficio ni beneficio que lo único que saben hacer –y hacen– es legislar contra todo lo que sea productivo. Además de legislar saben hacer otra cosa muy bien, saquear y someter cada día más a sus impotentes ciudadanos, que con cara de póquer van viendo cómo pierden libertades y cada año les cuesta más llegar a final de mes mientras al mismo tiempo nos intentan convencer de que somos los más “guays” del planeta y tenemos la verdad absoluta. Ya conocerás esa famosa frase se de «no tendrás nada, pero serás feliz».
Mi percepción es que vivimos en la Europa de la inseguridad creciente, tanto física como jurídica, la Europa de la inmigración ilegal descontrolada, la Europa de las leyes absurdas y las trabas al progresismo real (si entendemos progreso como avanzar hacia algo mejor), la Europa de la censura, del control y el dominio absoluto sobre sus ciudadanos, de los impuestos abusivos y la expoliación de la riqueza, la Europa de la pérdida de la clase media, la Europa de los pucherazos, la Europa que decide que hay que gastar 500.000 millones de euros en defensa sin consultar a sus ciudadanos, que son los que van a pagar el pato, para defendernos de no se sabe aún bien qué o quién, pues tampoco lo explican… y otras tantas cosas. En fin, una Europa tristemente abocada a un precipicio donde el fondo está en la destrucción del ser humano libre e independiente que todos deberíamos ser.